En el marco del proyecto Didaktika, el Museo diseña actividades y espacios educativos que sirven como complemento a las exposiciones y aportan herramientas y recursos, tanto en las salas de exposición como online, para contribuir a una mejor comprensión de los artistas y su obra por parte del público.
A principios del siglo XX avanzaban las investigaciones sobre el cerebro humano. En Alemania, la praxis liderada por el neurólogo Korbinian Brodmann (1868–1918) identificó hasta 52 áreas funcionales en la corteza cerebral. En EE. UU., Harvey Williams Cushing (1869–1939) fue pionero de la neurocirugía. Su antecesor fue el español Santiago Ramón y Cajal (1852–1934), Premio Nobel de Medicina en 1906, cuyas aportaciones sobre el conocimiento del sistema nervioso central y periférico le convirtieron en el precursor de la neuroanatomía moderna.
Paralelamente, nacen planteamientos que ponen en cuestión la capacidad de la razón y la realidad tangible. Sigmund Freud (1856–1939), padre del psicoanálisis, trata de explicar el subconsciente ya desde comienzos del siglo XX. Los estudios de la psique vivirán un auténtico auge en esta época.
De entre todas las innovaciones científicas, destaca el descubrimiento de la penicilina por Alexander Fleming (1881–1955), en 1928, hecho que alimentó el optimismo en una sociedad castigada con pandemias como la “gripe española” de 1918–19, que acabó con la vida de millones de personas en todo el mundo. ¿Puede percibirse alguna analogía con el presente que estamos viviendo?
Profesor de cirugía operando con la ayuda de un sistema de imagen y sonido que permite a sus alumnos observar los detalles a través de una pantalla. Portada: Le Petit Journal —Illustré—, 1924. Fotografía: Leemage. Getty Images.