EL RETRATO Y EL SELFIE
Históricamente, la posibilidad de encargar a un artista la realización de un retrato, ya fuera dibujado, pintado o esculpido, siempre ha estado al alcance únicamente de las clases más adineradas. Sin embargo, a finales del siglo XIX y principios del XX, el género del retrato sufrió una gran transformación: los artistas pasaron a centrarse en la cotidianidad, representando a personas de su entorno más íntimo, como familiares y amigos. Por ejemplo, Madame Cézanne (ca. 1885–87), de Paul Cézanne, es uno de los numerosos retratos que el artista francés realizó de su esposa, Hortense Fiquet.
En la actualidad, más de un siglo después, seguimos posando constantemente para otras personas o para nosotros mismos. La fotografía se inventó hacia 1826, mientras que los primeros teléfonos móviles con cámara salieron al mercado en el año 2000. Estos dispositivos y otros similares, como las tabletas, revolucionaron este medio y nos permiten fotografiarnos cómodamente. Mientras algunos defienden el selfie como icono actual de la autoexpresión, otros lo consideran el reflejo de una sociedad cada vez más superficial. ¿Cuál es tu opinión?
Paul Cézanne
Madame Cézanne, ca. 1885–87
Óleo sobre lienzo con restos de grafito
55,5 x 46 cm
Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York
Colección Thannhauser, donación, Justin K. Thannhauser 78.2514.5
Foto: © Solomon R. Guggenheim Foundation, Nueva York (SRGF)
Un grupo de amigos haciéndose un selfie
© E+/Getty Images