Moisés y los egipcios

Moisés y los egipcios (Moses and the Egyptians) y El hombre de Nápoles (Man from Naples), ambos realizados el 1982, fueron creados en un momento particularmente importante en la trayectoria de Jean-Michel Basquiat: tras su descubrimiento como artista y antes de su época de máxima productividad. Ambas piezas son claves para la comprensión del desarrollo de su pintura durante la década de los 80.

En el centro de la composición, se distingue el perfil de Moisés sugerido con unas líneas blancas que parecen el resultado de un impulso instantáneo y no premeditado. Este mismo color no sólo envuelve las gigantescas tablas de la ley, sino que se extiende alrededor del perfil del profeta en forma de expresivas gotas y pintura corrida. Además, las tablas también contienen una serie de inscripciones cuya organización, a diferencia de El hombre de Nápoles, resulta más contenida y agrupada. Esta obra alude, obviamente, a un episodio bíblico que, a la vez, puede ser relacionado con la historia de África.