Naturaleza en transformación
21 escolares de 2º curso, Colegio Eretza Berri, Sodupe
21 escolares de 2º curso, Colegio Eretza Berri, Sodupe
Idioma: euskera
Artista: Zaloa Ipiña
Tutora: Amara San Vicente y Alex Salazar
El objetivo principal de este programa fue analizar y comprender, a través del arte, los cambios que sufre la naturaleza a lo largo de las estaciones. Los escolares observaron activamente el paisaje e idearon un arte de la naturaleza en la propia naturaleza. Las diversas experiencias creativas realizadas los indujeron a mirar de una manera diferente tanto el entorno como el tema de las ciencias naturales.
Primero debatieron las diferencias que se aprecian en la luz entre las distintas estaciones. La influencia lumínica del sol y cómo cambia a lo largo del año se representó gráficamente moviendo una linterna alrededor de una bola del mundo: cuando la Tierra se mueve, la luz que reciben los distintos lugares del planeta varía. Además, los escolares marcaron los contornos de las sombras encontradas sobre las paredes en distintos momentos del curso. El sol canalizó esta acción artística basada en el movimiento del planeta.
¿Por qué caen las hojas de los árboles en otoño? ¿Por qué cambian sus colores? Inspirándose en el Land Art o Arte de la Tierra, escribieron la palabra “otoño” empleando un montón de hojas. Después, fotografiaron la acción, preguntándose cuánto tiempo mantendría su forma. Crearon así un arte efímero que desaparecería, un trabajo en grupo que se disolvería en cuestión de tiempo, producido con materiales encontrados en la naturaleza, y del que formarían parte incluso algunos fenómenos naturales, como el viento.
Las hojas de árboles encontradas se ordenaron en función de la forma y el color, generando así un archivo de especies. Mediante técnicas de transferencia, se reprodujeron sus texturas frotando con un lápiz sobre un papel (frottage) y se imprimieron sus siluetas en diversos tonos de azul aplicando una emulsión de revelado fotográfico (cianotipia).
¿Qué es una instalación artística? Los escolares aprendieron que las instalaciones artísticas juegan con el espacio en el que se ubican y cuentan una historia o “relato” del artista. Así, acordaron su relato sobre el invierno: cuando las hojas han caído, las flores no aparecen, muchos animales hibernan y numerosas aves migran a zonas templadas. Cuando parece que ocurre una pausa en la vida o en la naturaleza, en realidad la madre tierra sigue trabajando en su laboratorio vital, también bajo la lluvia o el manto blanco de la nieve. Para contar esta historia de forma simbólica, diseñaron el montaje de una gran instalación colectiva con las ramas y hojas encontradas, pintadas y barnizadas.