IMPRESIONISMO
La Colección Thannhauser desempeñó un papel fundamental en la ampliación del ámbito que cubrían los fondos artísticos de la Solomon R. Guggenheim Foundation, al incorporar a los precursores inmediatos del arte moderno. Como destacados marchantes que ejercían su labor en Alemania, Suiza y Francia en la primera mitad del siglo XX, los miembros de la familia Thannhauser organizaron importantes exposiciones colectivas e individuales de artistas franceses de vanguardia de finales del siglo XIX, como Paul Cézanne, Edgar Degas, Édouard Manet o Pierre-Auguste Renoir.
Estos innovadores artistas, centrados en torno a París y asociados al grupo que se ha definido de manera amplia como impresionista, empleaban recursos estilísticos como la pincelada suelta con el fin de generar una sensación de espontaneidad. Cézanne fue aún más lejos en su experimentación formal: alejándose de la tradición y el afán de buscar la plasmación de una ilusión de espacio real, su obra mostró cada vez más la discontinuidad espacial y se aproximó a la abstracción geométrica.
Los impresionistas exploraron la manifestación de los efectos fugaces en ciertos motivos de la naturaleza y la ciudad, y plasmaron de manera realista las cambiantes estructuras de clase y las costumbres de la cultura francesa. Así, por ejemplo, la obra de Manet Ante el espejo (1876) representa a una prostituta que se contempla frente a su psyche (espejo de tocador), medio vestida. Semejante a la obra de Manet por la intimidad que retrata, Mujer con periquito (1871), de Pierre-Auguste Renoir, muestra a una joven parisina de clase media-alta jugando con su pajarito. A este tipo de mujer, que vivía confinada casi exclusivamente a los espacios domésticos —como el periquito en su jaula dorada— no se le permitía moverse libremente por la ciudad con sus homólogos masculinos.