La materia del tiempo
“Trabajar con el acero no como elemento para construir un paisaje, sino como material de construcción en términos de masa, peso, contrapeso, capacidad de carga, carga concentrada, compresión, fricción y estática, ha estado siempre separado de la historia de la escultura. Sin embargo, ha tenido una aplicación directa en la historia de la arquitectura, la tecnología y la construcción industrial. Es la lógica de las torres, presas, silos, puentes, rascacielos, túneles...”(1).
La materia del tiempo
Fotografía: © Robert Polidori
Introducción
Richard Serra (San Francisco, EEUU, 1939) ha utilizado en su instalación La materia del tiempo, y en la mayoría de sus obras, acero auto patinable, un tipo de acero que suele emplearse en la industria de la construcción y cuyo color se va modificando con el paso del tiempo. Sin embargo, para Serra, el material esencial de estas obras es el espacio.
Todas las piezas que componen la instalación La materia del tiempo están realizadas en acero auto patinable, un tipo de acero que suele emplearse en la industria de la construcción para ejecutar puentes y edificios. Se trata de un material que históricamente se relaciona con el mundo de la arquitectura y la ingeniería. A la intemperie el color de este material se va modificando lentamente y pasa del gris al naranja para acabar siendo marrón oscuro al cabo de siete u ocho años. En unos diez años (en el interior el proceso es más lento que a la intemperie), cuando acaba el proceso de oxidación, todas las piezas poseen una superficie uniforme, suave y continua. En su proceso de trabajo Serra primero comprueba sus ideas en maquetas y después, mediante un programa de cálculo por ordenador llamado CATIA, que calcula la posición y los ángulos de las planchas, construye sus esculturas. Finalmente, las obras se realizan a gran escala en fábricas que producen y curvan las planchas de acero. El artista, por tanto, concibe la obra pero, debido a sus dimensiones, peso y características, precisa de la ayuda de colaboradores para materializar su idea.
El plomo y el acero son los materiales que más ha utilizado durante su carrera, pero desde los años setenta el acero es el más frecuente. Se trata de materiales que le son familiares, ya que él mismo trabajó en una acería para sufragar sus gastos mientras estudiaba. Sin embargo, para Serra, el material esencial de sus obras es el espacio y así afirma: “Considero que el espacio es un material. La articulación del espacio ha llegado a primar sobre otros temas. Intento utilizar la forma escultórica para diferenciar un espacio”(2).
La serie inacabada Torsiones elípticas (Torqued Ellipses, 1996–), de la que la instalación La materia del tiempo cuenta con dos piezas, continúa vinculada al vocabulario artístico de Serra, pero refleja una ruptura significativa con su obra anterior. Aunque la fisicidad del espacio siempre ha sido una de las preocupaciones de este artista, en estas obras el espacio se convierte en el material. “En la mayoría de las obras anteriores a Torsiones elípticas, yo conformaba el espacio entre el material que estaba manipulando, y me centraba en la medida y colocación de la obra en relación con un contexto dado. En estas obras, por el contrario, empecé con el vacío, es decir, empecé con el espacio, empecé de dentro hacia fuera, no de fuera hacia dentro, para poder encontrar la piel”(3). En las Torsiones elípticas, el acero se curva para actuar como una piel que encierra los vacíos elípticos. De hecho, el propio Serra las denomina “receptáculos”. El acero se torsiona para configurar la epidermis de cavidades elípticas.
Serra concibe sus esculturas para ser instaladas en lugares específicos, tanto al aire libre como en interiores de galerías o museos. Las piezas de la instalación, que incluyen varias torsiones elípticas y torsiones espirales, han sido creadas para la sala más grande del edificio del Museo Guggenheim Bilbao, diseñado por el arquitecto Frank Gehry. Para Serra es el único lugar en el mundo donde hubieran podido instalarse. Así ha creado sus ocho esculturas para que produzcan un efecto en conjunto que implica también el espacio que ocupan. Las obras generan un diálogo con su entorno arquitectónico redefiniendo dicho espacio. Al entrar en la enorme sala, el visitante penetra en la escultura. El espacio alargado de la sala forma, en realidad, parte del campo espacial de las obras.
1. Richard Serra. Cat. expo. Richard Serra. Escultura 1985–1999. Museo Guggenheim Bilbao, Bilbao, 27 de marzo–17 de octubre, 1999, pág. 59.
2. Ibid., pág. 57.
3. Lynne Cooke y Michael Govan. "Interview with Richard Serra", en Richard Serra: Torqued Elipses. Dia Center for the Arts, Nueva York, 1997, pág. 13.
Preguntas
Enumerad objetos o elementos que se fabrican con acero. ¿Qué características posee este material? ¿Qué cualidades os sugiere? El acero autopatinable cambia de color con el paso del tiempo. ¿Qué aporta este comportamiento del material a la obra? ¿Por qué pensáis que Serra ha elegido el acero auto patinable en sus esculturas? ¿Qué os sugiere el cambio de colores que afecta a este tipo de acero a lo largo de los años?
Muestre a sus alumnos imágenes de la instalación La materia del tiempo y pregunte: ¿qué palabras utilizaríais para describir la superficie del material? ¿Qué quiere decir el artista cuando afirma que el material esencial de estas obras es el espacio? ¿Por qué creéis que el artista desea incluir el espacio en sus obras? Cuando visitéis la instalación, identificad espacios que formen parte de la escultura, dentro y fuera de ella.
Serra concibe la obra pero, debido a sus dimensiones, peso y características, precisa de la ayuda de colaboradores para materializar su idea. ¿Qué os parece el proceso de trabajo de Serra? ¿Qué ventajas tiene? ¿Qué inconvenientes? ¿Por qué habrá elegido trabajar así?
¿Qué materiales consideráis típicos de la escultura? ¿Y de la arquitectura? ¿Y de la ingeniería? ¿Cuáles pueden ser comunes? ¿Cuáles pueden ser las ventajas o inconvenientes de intercambiar los materiales de una y otra disciplina?