Esther Ferrer contribuyó a introducir y consolidar el arte de acción en España en las décadas de 1960 y 1970; para ella, la performance es el arte del aquí y ahora. En sus acciones intervienen tres elementos esenciales: la presencia, el espacio y el tiempo. A Ferrer le interesan los efectos que la interacción de estos tres elementos produce en el espectador: la presencia de la persona que realiza la acción (el artista), la presencia de las personas que reciben y/o participan activa o pasivamente en la acción (el público) y el espacio-tiempo en el que se desarrolla la acción.
En sus performances, la artista emplea objetos de la vida cotidiana y los despoja de sus funciones habituales. Al hacerlo, crea situaciones absurdas que, sin afán de comunicar nada concreto, animan al espectador a encontrar algo. En las innumerables ocasiones en que ha protagonizado Las cosas, Ferrer, sentada sobre una silla, coloca sobre su cabeza objetos de todo tipo. La propia artista se transforma en pedestal y el museo que acoge estas piezas es el contexto en el que se desarrolla la performance.
Esther Ferrer
Las cosas
Performance
Festival Le Lieu, Québec (Canadá), 1990
© Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018
Foto: F. Bergeron