LA CIA Y EL EXPRESIONISMO ABSTRACTO
LA CIA Y EL EXPRESIONISMO ABSTRACTO

Durante los primeros años de la Guerra Fría, la amenaza de un conflicto mundial y la posible propagación del comunismo generó gran inquietud en EE. UU. y favoreció el desarrollo de un clima de desconfianza. Esta atmósfera desembocó en el “macartismo” —que debe su nombre a Joseph McCarthy, senador republicano de 1947 a 1957—, una “caza de brujas” que supuso la persecución de todo aquel que fuera sospechoso de simpatizar con el comunismo o con políticas de izquierdas, como los jóvenes pintores expresionistas abstractos, contra los que se llevó a cabo una agresiva campaña, alegando que su arte abstracto no era más que un instrumento de los soviéticos para manchar la imagen del pueblo americano.

Sin embargo, para un amplio sector de la élite intelectual del país, el Expresionismo Abstracto representaba el triunfo de la cultura libre sobre la cultura totalitaria, pues se basaba en la libertad absoluta del artista. Por eso, la Agencia Central de Inteligencia americana (CIA) llevó a cabo una sutil maniobra, que convirtió a los expresionistas abstractos en un arma propagandística de la cultura estadounidense contra la soviética, subvencionando su arte incluso a espaldas de los propios artistas. En la misma ciudad de Nueva York, el Museum of Modern Art, presidido por Nelson Rockefeller, funcionó como una herramienta más al servicio de esta causa, promoviendo el joven arte americano a través de la adquisición de gran cantidad de obras y de un programa de exposiciones que viajó por todo el mundo. Entre estas muestras, cabe destacar Twelve Modern American Painters and Sculptors (1953) o The New American Painting (1958), que itineró por casi todas las grandes ciudades europeas entre 1958 y 1959. El objetivo último de esta programación era difundir el estilo de vida americano por todo el mundo.

Según han puesto de relieve algunos historiadores, la CIA también dedicó secretamente importantes fondos al Congreso por la Libertad de la Cultura, entidad fundada y promovida por el Gobierno estadunidense que poseía oficinas en 35 países y organizaba eventos de carácter cultural, como conferencias, exposiciones y conciertos, además de publicar más de veinte prestigiosas revistas, como Encounter (Reino Unido), Preuve (Francia), Tempo Presente (Italia), Cuadernos Mundo Nuevo (Latinoamérica), Quadrant (Australia) o Jiyu (Japón).

Detención de algunos miembros de un grupo formado por 19 importantes comunistas, junio de 1951
Foto: AFP. Getty Images