En verano de 1972, el músico John Cage y el colectivo Zaj coincidieron en Los Encuentros de Pamplona, festival de arte internacional que reunió a más de 350 creadores de distintas disciplinas, como el arte electrónico, la performance, el videoarte, la poesía, la pintura, la escultura, el cine y la música experimental. Impresionado por las propuestas transgresoras y reivindicativas del grupo español, Cage organizó en 1973 una gira de conciertos de Zaj en
EE. UU. y Canadá, que llevó a los artistas, entre otros lugares, al estudio del coreógrafo y bailarín estadounidense Merce Cunningham. En 1978, les invitó a participar en El tren de John Cage. A la búsqueda del silencio perdido, un happening o acción artística colectiva que se desarrolló durante tres días en el interior de un tren que cada día partía desde Bolonia (Italia) hacia un destino distinto. Mientras sus compañeros se encargaron de la parte sonora del proyecto, Ferrer transformó el espacio del vagón mediante un entramado de hilos sujetos en distintos puntos del mobiliario que entorpecían el tránsito de viajeros, involucrándolos así en su intervención. La amistad con Cage y sus ideas creativas revolucionaron el universo artístico y sonoro de Ferrer, que comprendió gracias a él que cualquier ruido de este mundo, incluso el silencio, es música.
Esther Ferrer
El hilo del tiempo (acción en el happening colectivo “El tren de John Cage. A la búsqueda del silencio perdido”, trenes de la red ferroviaria de Bolonia, 26-28 de junio de 1978), 1978
Impresión a la gelatina de plata sobre papel
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
© Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018
Archivo Fotográfico Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid