La Exposición Internacional de las artes y las técnicas aplicadas a la vida moderna de 1937 se centró, entre otras cuestiones, en demostrar la relación entre arte y técnica. Bajo las directrices de la Compagnie parisienne de distribution d’électricité, el artista Raoul Dufy recibió el encargo de realizar la decoración interior del Pabellón de la Electricidad y la Luz. El proyecto que ideó, inspirado en gran parte en el antiguo poema del filósofo y poeta romano Lucrecio De la naturaleza de las cosas, narraba la historia del hada Electricidad, y alcanzó unas dimensiones de 600 m2. Dufy cubrió las paredes del pabellón con 250 paneles de madera de brillantes colores, y el proyecto concluyó en menos de un año gracias a una técnica innovadora y a una ardua investigación.
Desde el punto de vista temático, la obra es una oda a los científicos y sabios que contribuyeron a la invención de la electricidad, algo fundamental para el desarrollo de la modernidad. Las figuras aparecen representadas junto a una serie de inventos que fueron clave a lo largo de la historia: la bobina de inducción de Michael Faraday, la dinamo de corriente continua de Zénobe Gramme, el telégrafo de Émile Baudot o la bombilla incandescente de Thomas Edison.
En 1964, la compañía pública Électricité de France donó la monumental decoración titulada El hada Electricidad (1937) a la colección del MAM. Ese mismo año fue trasladada al museo, donde requirió de diversos ajustes para instalarla en su nueva ubicación.
Raoul Dufy, El hada Electricidad (La Fée Électricité), 1937
En el Musée d’Art Moderne de Paris
Paris Musées / Musée d’Art moderne de Paris
© Pierre Antoine