Michaux, Henri
Namur, Bélgica, 1899 | París, 1984
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Según su propio testimonio1, Henri Michaux nace en el seno de una familia burguesa, francófona, en la que convergen lejanos orígenes alemanes y españoles. Una dolencia cardíaca congénita, a la que hará referencia en diversos escritos, le acompañará toda su vida.
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De su infancia belga, entre Bruselas y la región de la Campine, quedan testimonios de introspección, un sentimiento de aversión hacia la comida y melancolía. El Michaux adolescente desarrollará pasiones tempranas por la ornitología y la entomología, y una cierta curiosidad por la escritura china.
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Estando bajo ocupación alemana, durante la Primera Guerra Mundial, Michaux atraviesa una crisis mística y manifiesta su sensibilidad hacia las palabras, sintiendo una fuerte inclinación a la lectura. Serán años de “lectura y bricolage intelectual”. La universidad permanece cerrada por el conflicto bélico hasta 1919, año en que Michaux se matricula en Medicina, aunque no llegará a graduarse.
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Enrolándose como grumete, “sin conocer el oficio”, Michaux hace diversos viajes a Inglaterra, Brasil y otros puntos del mapa europeo y americano: “Bremen, Savannah, Norfolk, Newport-News, Río de Janeiro, Buenos Aires”. Tras su retorno a Marsella y después a Bruselas, decide abandonar Bélgica “definitivamente” y se instala en París. Realiza sus primeras publicaciones en la revista Le Disque vert. Sus contribuciones regulares le permiten entrar en contacto con figuras como Jean Cocteau, André Gide, André Malraux, Vladimir Maiakovski y Francis Ponge.
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Busca, sin éxito, un pseudónimo, y se resigna a firmar sus textos con su “nombre vulgar”. Conoce a Jean Paulhan, que será su gran lector, editor y amigo. Descubre la pintura con gran asombro através de los trabajos de “Klee, luego Ernst, De Chirico…”. De ahí saldrán sus primeras tentativas pictóricas, en las que se refleja ya su ambivalencia respecto al canon surrealista.
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Viajes a Ecuador, Turquía, Italia, norte de África y después, finalmente, Asia. Su fascinación por la India y, sobre todo, China se acrecienta de forma irreversible. Las expediciones dan lugar a libros como Ecuador y Un bárbaro en Asia (traducido al español algunos años más tarde por Jorge Luis Borges), que son recibidos con entusiasmo inmediato por la crítica y la comunidad literaria.
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Se dedica al dibujo de manera más sistemática y desarrolla una serie de gouaches casi fosforescentes sobre fondos negros. Realiza su primera exposición en la Galerie Pierre de París, a la que seguirá la publicación de una primera colección de siete poemas y dieciséis pinturas por la editorial Gallimard.
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Tras el “bautismo de fuego” de su taller de Meudon, afectado por los bombardeos que sufre París, se desplaza con su compañera Marie-Louise Termet al sur de Francia, donde permanecerá tres años. Expone sus acuarelas, entre otras obras, en la galería Rive Gauche (abril de 1944) y poco más tarde publica “Combat contre l’espace”2, su primer texto programático y de madurez sobre la pintura. Incluye 44 reproducciones en color en la colección Peintures et dessins (1946), acompañadas de fragmentos poéticos y un prefacio ensayístico. El pintor Jean Dubuffet evoca a Michaux en varios de sus retratos de este tiempo.
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Michaux enviuda trágicamente y aumenta de manera febril su producción pictórica, que podrá contemplarse en muestras organizadas por distintas galerías de Francia y Suiza. De estos años datan las primeras tintas, las series de Meidosems y Movimientos (Mouvements), así como el libro Passages. Se celebra su primera muestra retrospectiva, en la galería Rive Gauche.
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Tiene lugar su primera exposición en EE. UU. (Dussane Gallery, Seattle). En compañía de Jean Paulhan y la poeta Édith Boissonnas comienza una serie de experimentaciones con sustancias psicoactivas, como la mescalina y la psilocibina, que proseguirá en solitario y durante los próximos años. Estas exploraciones contarán con la supervisión analítica del neurólogo bilbaíno Julián de Ajuriaguerra, que en 1959 publicará un extenso estudio sobre la práctica de Michaux. Sus exposiciones internacionales, en galerías de Londres a Milán, Frankfurt y Estocolmo, se multiplican.
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Se celebran varias muestras retrospectivas, en el Silkeborg Museum de Hovedgården, el Stedelijk Museum de Ámsterdam y el Musée d’art moderne de la Ville de Paris –esta última, inaugurada por André Malraux–. Michaux rechaza el Premio Nacional de las Letras. Paralelamente, retomará la práctica regular del gran viaje (Marruecos, India, Nepal y, después, México, Tailandia, Senegal, Costa de Marfil…) en compañía de Micheline Phankim, su compañera desde este período en adelante.
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Michaux trabaja el acrílico, última técnica que añade a un repertorio anteriormente dominado por la acuarela, la tinta y el gouache. A los viajes, las presentaciones en galerías, las numerosas publicaciones (e, incluso, adaptaciones teatrales) en torno a su obra, se unen exposiciones en museos de Europa y América: en el Kestner-Gesellschaft de Hanóver, el Modern Museet de Estocolomo y el Museum des 20. Jahrhunderts de Viena. La retrospectiva de mayor escala celebrada en vida de Michaux es organizada por el Centre Georges Pompidou, recién inaugurado. La muestra viajará al Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York y, después, al Musée d’art contemporain de Montreal.
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Michaux continúa su producción hasta el final de su vida. Su última retrospectiva en vida tiene lugar en el Seibu Museum of Art de Tokio, a la que seguirán otras muestras en instituciones japonesas. El 19 de octubre de 1984, fallece de un fallo cardíaco, dejando un legado de más de 10.000 dibujos conservados.
1
Henri Michaux, “Quelques renseignements sur cinquante-neuf années d’existence”, en Œuvres complètes, Gallimard (La Bibliothèque de la Pléiade), París, 1998, vol. I, pág. CXXIX. La presente cronología se basa en este texto, así como en el aparato crítico contenido en los tres volúmenes de la edición de la Pléiade. También es de gran utilidad la síntesis crítica de Leslie Jones en Untitled Passages by Henri Michaux, Drawing Center, Nueva York, 2000, págs. 217–236.
2
La primera traducción al castellano ―“Combate contra el espacio” ― y también al euskera de este texto pueden leerse en Henri Michaux: el otro lado/ Henri Michaux: beste aldea, Museo Guggenheim Bilbao, Bilbao, 2018, pág. 169 y ss.