Nueva York, Harlem hispano
“Te amo, Harlem, tu vida, tus mujeres embarazadas, tus ayudas al margen de los bancos; lleno de mujeres que no entrarían en ningún vestido de Saks 5th Avenue, desdentadas, agotadas, en baja forma, con esos bracitos negros en torno a sus cuellos, aferrados a sus faldas, la preocupación de la lucha en sus rostros. Qué tesoro de bondad y de vida se desmorona por las calles, abandonadas, despreciadas, cargadas con el mayor peso y el menor beneficio. Te amo por elegir a Marcantonio, y a él por ser lo que es. Y por la rica y profunda veta del sentimiento humano enterrado bajo tus sirenas del fuego, tu pobreza y tus pasiones”
Alice Neel, notas inéditas, Neel Archives
Neel llegó por primera vez a Nueva York en 1927, pero no lo convirtió en su hogar permanente hasta finales de 1931. Vivió en el Bronx antes de trasladarse a Greenwich Village, el epicentro de la política progresista de la ciudad, y posteriormente se instaló en el Harlem Hispano en 1938, barrio en el que residiría hasta 1962. Allí comienza a retratar la diversidad y la lucha de sus gentes y a dar testimonio constante de la vida que la rodea. La artista captura en su obra el alma de sus vecinos, algunos de ellos inmigrantes desfavorecidos que hasta entonces rara vez habían sido sujetos artísticos. De manera especial, Neel mostró interés por los niños del barrio, cuya compleja vida interior trató de reflejar en la pintura.