El árbol del conocimiento (1913)
Sala 204
Entre 1913 y 1915, Hilma af Klint pintó El árbol del conocimiento, trabajo del que creó una segunda versión que posteriormente donaría a la Sociedad Antroposófica. En este grupo pictórico explora la creación del mundo basándose en el relato bíblico y las creencias teosóficas, y subrayando asimismo su dimensión mística. En estas composiciones, combinó la precisión de los diagramas científicos y de la ilustración botánica taxonómica con elementos ornamentales inspirados en el Art Nouveau, como los arabescos entrelazados con motivos de la naturaleza.
En estas pinturas, la silueta de un árbol atraviesa dos esferas: la inferior, más geométrica, representa lo terrenal, y la superior, más orgánica, lo divino. El cáliz, recipiente sagrado revestido de simbolismo en distintas religiones y creencias, se presenta en diferentes tamaños, colores y posiciones, irradiando energía como punto de encuentro entre opuestos.