Dibujos espirituales, Las Cinco (1898–1908)
Sala 205
Como muchos de sus coetáneos, Hilma af Klint consideraba que las visiones espiritual y científica del mundo no eran antagónicas, sino complementarias, y que ambas aspiraban a alcanzar una verdad superior y a revelar fuerzas imperceptibles. El interés de la artista por el ámbito de lo intangible pronto la condujo a participar en sesiones de espiritismo, habituales en aquel momento a pesar de ser rechazadas por las religiones oficiales.
En 1896, Af Klint y otras cuatro mujeres (Anna Cassel, Cornelia Cederberg, Sigrid Hedman, Mathilda Nilsson) crearon el grupo de Las Cinco, en cuyo seno se reunirían con regularidad para comunicarse con guías espirituales. Siendo la líder, Hedman solía entrar en trance para canalizar a estos espíritus, pero las demás también interpretaban los mensajes del mundo espiritual a través del dibujo y la escritura automáticos. Al igual que Af Klint, Cassel y Cederberg poseían formación artística y todas practicaron en diferentes momentos el dibujo automático, cediendo el control de su mano y renunciando al dibujo tradicional que les habían enseñado.