13 trazos, 2016
Dóra Maurer es una de las figuras fundamentales de la Abstracción Geométrica húngara e internacional. En su práctica creativa, la reproducción gráfica, el cine experimental, la instalación, la pintura y el arte conceptual son formas de expresión que se realimentan mutuamente, dirigidas a la búsqueda del conocimiento del mundo y al autoconocimiento. Al comienzo de su carrera, en los años sesenta, Maurer trabajó intensamente en el ámbito de la reproducción gráfica, considerando las estampas no como pinturas, sino como documentos, improntas de una serie de circunstancias que habían acontecido en la plancha (la superficie). La pieza realizada en pigmento de archivo que aquí se muestra está en línea con otras estampas conceptuales previas de la artista: durante treinta días, registró día a día el rastro que dejaba al despertar por la mañana. Los pliegues de las sábanas, los trazos de los arrugas y la huella del movimiento del cuerpo pueden contemplarse como dibujos. Aquello que resulta hasta cierto punto limitado debido a su carácter artesanal Maurer lo reemplaza por la impresión digital, que, según afirma, “reacciona ante los fenómenos con mayor rapidez y frescura, acercándolos más a la vida”.