Mujer cuchara (Femme cuillère), 1927

“Estoy muy interesado en el arte, pero instintivamente estoy más interesado en la verdad […] Cuanto más trabajo, más veo de manera diferente”. [1]

Con 14 años, Alberto Giacometti (1901−1966) esculpe el busto de su hermano Diego en el estudio de su padre y, un poco más tarde, crea su primera pintura al óleo, Naturaleza muerta con manzanas. Con 20 años, viaja a París, donde estudia tutelado por el maestro escultor Antoine Bourdelle en la Academia de la Grande Chaumière. Allí participa de la efervescencia cultural de las primeras vanguardias artísticas, y descubre la producción artística de los pueblos no occidentales y la cultura griega.

Entre 1925 y 1965, la producción artística de Giacometti discurre en sintonía con los movimientos de la modernidad: el Cubismo, el Surrealismo, la Abstracción, y el posterior regreso a la figuración. A lo largo de todo este período, su obra profundiza en lo espiritual, a través de la figura humana como síntesis simbólica de la condición humana. Giacometti se interesa por el arte africano en 1926, una influencia que no era ya una novedad para los artistas modernos de la generación precedente, como Picasso y Derain. Es también en el Museo del Louvre de París donde Giacometti contempla la estatuaria clásica griega de las Cícladas, que le impulsa a explorar la relación entre la escultura y el plano. También acude a menudo al Museo Etnográfico y lee con asiduidad revistas de la vanguardia, como Cahiers d’art y Documents, que reflejan el gusto de la época por el arte no occidental.

En 1927, estas influencias se sintetizan en Mujer cuchara. Creada en yeso y posteriormente fundida en bronce, Mujer cuchara es la pieza monumental de esta etapa. En esta figura, Giacometti interpreta la geometría característica del Cubismo, las formas estilizadas del arte africano y la simplicidad formal de la modernidad europea. Con un gran abdomen cóncavo que evoca el útero femenino, la escultura, inspirada en las cucharas ceremoniales antropomorfas de la cultura dan africana, constituye un homenaje a la fertilidad.

El arte no occidental tiene una influencia duradera en la producción de Giacometti; le permite alejarse de la representación naturalista y académica para acercarse a una visión totémica y a una representación de la figura humana cargada de interpretaciones mágicas. Giacometti también explora en esta obra la metáfora de las cucharas ceremoniales.

Observad con detenimiento esta obra de Alberto Giacometti. ¿Qué creéis que representa esta escultura? ¿Qué os llama la atención?

Se titula Mujer cuchara. ¿De qué manera os parece que encaja el título con la obra? ¿Hay algún aspecto en el que no encaja? ¿En qué? ¿Qué otras figuras/personajes podría representar? Si pudieseis cambiar el título, ¿cuál le pondríais?

Considerad su aspecto práctico: si fuera una cuchara, ¿qué ventajas o desventajas tendría con respecto a una cuchara normal? ¿Cómo serían el cuchillo y el tenedor que acompañarían a esta cuchara? Podéis representarlos en un dibujo, que después compartiréis con el resto de  compañeros. ¿Qué similitudes y diferencias encontráis entre vuestros diseños?

¿Por qué creéis que el artista ha relacionado la forma de una cuchara con la de una mujer? ¿Cómo cambiaría la escultura si quisiera aludir a la figura de un hombre?

Desde mediados de la década de 1920, Giacometti y muchos otros artistas, como Pablo Picasso, Man Ray o Constantin Brancusi, se sintieron fascinados por la exploración del arte africano. Buscad online imágenes de las obras de estos artistas, escribiendo en un buscador el nombre del artista junto a las palabras “arte africano”. ¿Por qué creéis que estos autores europeos se interesaron por explorar las manifestaciones plásticas de pueblos no occidentales? ¿Qué cuestiones les aportaría descubrir estos objetos africanos para sus prácticas artísticas? ¿De qué manera se difundirían estas ideas entre los intelectuales de la época?