El género del paisaje vivió su apogeo en el siglo XIX, siendo uno de los motivos fundamentales que abordaron muchos artistas europeos de la época, pero desde muy diferentes enfoques. En Alemania, los pintores románticos, como Caspar David Friedrich (1774–1840), representaron en sus cuadros paisajes de expediciones marítimas a ultramar o tierra adentro en busca de lugares lejanos aunque teñidos de nostalgia por la patria. Aspiraban a plasmar la belleza y lo sublime, así como el sentimiento abrumador que experimenta el ser humano cuando se enfrenta a las fuerzas de la naturaleza y a su inmensidad.
Caspar David Friedrich
La puerta del cementerio, ca. 1825–30
Óleo sobre lienzo, 31 x 25 cm
Kunsthalle Bremen - Der Kunstverein in Bremen. Donación: Galerieverein, 1933