La voz de las mujeres. De la penumbra a la esfera pública
La voz de las mujeres. De la penumbra a la esfera pública

Durante la segunda mitad del siglo XIX, los movimientos a favor de los derechos de las mujeres comenzaron a ganar protagonismo en Europa y EE. UU.: las mujeres lucharon por ser escuchadas y por obtener la misma protección jurídica que los hombres, mejores condiciones laborales, el acceso a la educación y el derecho al voto.

El hecho de que muchas médiums fueran mujeres les proporcionó una plataforma desde la que podían ser “escuchadas”, ya que solían viajar y hablar ante grandes multitudes. Algunas de ellas emplearon ese nuevo altavoz social para asumir un papel más destacado en el activismo político, a menudo en línea con el movimiento por los derechos de las mujeres, al tiempo que promovían cuestiones como el abolicionismo y los derechos de la infancia.

En Suecia, las mujeres y niñas sufrían desigualdades en el acceso a la educación: la Real Academia Sueca de Bellas Artes no admitió el ingreso de alumnas hasta 1864, e incluso después de esa fecha y durante décadas las mujeres artistas seguían sin ser tomadas en serio: estaba muy extendida la creencia de que ellas solo podían copiar, no innovar ni crear. Cuando en 1907 se fundó uno de los primeros grupos de vanguardia de Estocolmo, Los Jóvenes (De Unga), prohibieron explícitamente la afiliación de mujeres. En 1910 Af Klint se unió a la Asociación de Artistas Suecas (FSK) con la intención de combatir aquella situación.

En esa época, la hermana mayor de Af Klint, Ida, luchaba a través de la Asociación Fredrika Bremer por el sufragio femenino, que no se conquistaría en Suecia hasta 1919.

 

Manifestación por el sufragio femenino, con, entre otras, la Presidenta de FKPR, Frigga Carlberg, Gotemburgo, Suecia 1918 NMA.0032617
Imagen: Anna Backlund / Nordiska museets arkiv