Francesco Clemente (Nápoles, Italia, 1952) realizó La habitación de la madre (1995–1997) por encargo para la inauguración del Museo Guggenheim Bilbao. Esta obra recuerda a los frescos que transformaban los espacios en las stanze medievales y renacentistas. El artista utilizó un telón de los años veinte como lienzo para este ciclo compuesto de diecisiete paneles, en el que se combinan narrativas y abstracción para crear una experiencia visual animada por los colores y símbolos característicos del trabajo de Clemente. El cuerpo humano es clave para interpretar el significado de cada uno de los ocho paneles.