Informalismo y Expresionismo Abstracto en las Colecciones Guggenheim
08.03.2005 - 06.11.2005
Esta presentación gira en torno a uno de los ejes fundamentales de la Colección Propia del Museo Guggenheim Bilbao: la relación entre el arte americano y el europeo de la posguerra.
En torno a 1945, un conjunto de pintores surgidos en Europa y EE.UU. protagonizaron, con su diversidad expresiva, una etapa crucial de la modernidad plástica que engloba un amplio espectro de experiencias abstractas que se dio en llamar Informalismo o arte informal.
En Europa, al amparo de la filosofía existencialista y aún bajo los traumáticos efectos de la Segunda Guerra Mundial, los artistas vuelven a la pintura, en la que el mestizaje expresivo y la síntesis prevalecen sobre las claves de utopía y experimentación que marcaron las vanguardias anteriores. La pintura informalista rompe con los últimos reductos del humanismo clásico y sus principios pictóricos más significativos: la forma, la armonía tonal, el equilibrio, las proporciones, la composición unitaria y la estructuración centralizada. Mientras tanto, en EE.UU. el arte progresa hacia un estilo de pintura basado en el gesto y en la expresión, que se ha descrito generalmente como Expresionismo Abstracto. Dentro de este movimiento se inscribe la pintura de acción, llamada así porque combina las cualidades expresivas heredadas del heroísmo subjetivo de los expresionistas con la técnica surrealista de la escritura automática, siendo Willem de Kooning uno de sus máximos representantes.
Otros miembros del Expresionismo Abstracto empleaban amplios planos de color para evocar determinados estados espirituales. Para estos pintores de campos de color, o pintores del "silencio", como Mark Rothko, el mensaje es consecuencia de una actividad meditativa, de un intenso lirismo y espiritualidad.
Una parte especial de esta presentación está dedicada a explorar y examinar los dibujos, bocetos y obra gráfica de artistas relacionados con estos movimientos, considerando su obra sobre papel como un factor esencial de la transformación de la línea figurativa tradicional en rasgo gráfico de expresión abstracta.
Pierre Soulages
Pintura, 20 de noviembre (Peinture, 20 novembre), 1956
Óleo sobre lienzo
195 x 130,2 cm