UTOPÍA Y LOS MUNDOS IMAGINADOS

21 escolares de 4º, 5º y 6º curso del Colegio Samaniego, Vitoria-Gasteiz

Profesoras: Miren Jasone García, Maria José Egiluz e Itsasne Larruskain
Artista: Ibon Sáenz de Olazagoitia
Área: Ciencias Sociales
Idiomas: euskera y español

Aprendiendo a través del arte sirvió de apoyo a este grupo de Samaniego en el programa EUSLE, cuya finalidad es fomentar la inmersión lingüística en euskera al alumnado de 4º, 5º y 6º recién llegado a nuestro sistema educativo. En este sentido, el arte podría servir como herramienta de integración para la adaptación al entorno y al idioma. Entre las situaciones que se vivieron en este grupo tan diverso figura la de un niño ucraniano que hizo de intérprete y embajador a los compatriotas que llegaron a Vitoria-Gasteiz, como dos niños refugiados de la guerra de Ucrania que se incorporaron durante el curso al centro y al programa.

El concepto de utopía sirvió como estímulo o punto de partida de su trabajo. Primero, consideraron el entorno en el momento presente: desde lo más cercano, Vitoria-Gasteiz, y su colegio, Samaniego, a lo más lejano, el planeta, el universo. Después, imaginaron un mundo idílico, haciendo un ejercicio de proyección hacia un futuro ideal, siempre en clave positiva, mediante trabajos colectivos, que sumaban las aportaciones de todos.

Así, la investigación se inició con los mapas, representaciones del territorio tal y como es, partiendo del entorno inmediato, con el fin de conocer mejor su ciudad. Así, crearon una serie de mapas a escala 1/1 de Vitoria-Gasteiz, seleccionando diferentes áreas y haciendo un registro de ellas, tanto en papel como con barro. Después, se amplió la mirada, englobando el planeta Tierra y, más allá, proyectando hacia el universo.

A continuación, tras un debate sobre el significado de utopía, las distintas especulaciones sobre el mundo futuro se recogieron mediante frases escritas. Estas oraciones, expresiones de una visión personal pero también colectiva de un futuro deseado, se guardaron en el interior de “galletas de la suerte” hechas de arcilla. Inspirándose en cómo se han plasmado en el arte los mundos imaginarios, dibujaron también medios de trasporte utópicos, banderas y monedas del futuro.

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