Interferencia en la gravitación universal, 1969–2016
[…] Se veía algo de nieve, se veía un horizonte, se veía el sol que estaba poniéndose. Yo caminaba por el paisaje con la cámara dirigida hacia el sol, y cada veinte pasos sacaba una fotografía. Me acerqué un poco al horizonte mientras el sol, al mismo tiempo, había descendido un poco más, moviéndome en dirección opuesta a la rotación de la Tierra, prolongando así el día de forma infinitesimal. Una interferencia mínima en un proceso natural, que obviamente no podía medir, pero que me permitía sentirme conectado a él, como un pequeño planeta que se mueve alrededor de la Tierra... Colocando esas fotografías a lo largo de una pared, a cierta distancia una de otra, permito que el observador que se mueve a lo largo de ese muro siga una trayectoria similar a la mía, no necesariamente en dirección al sol poniente, pero que es también en cualquier caso una trayectoria de interferencia en la gravitación universal.
Giovanni Anselmo