Conectividad Radical
“Quería iniciar una revolución, utilizar el arte para construir el tipo de sociedad que yo misma imaginaba”.
A finales de la década de 1960, la lucha en favor de los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam genera una atmósfera de contracultura en la que Kusama desarrolla una práctica centrada en la acción pública y la performance. La artista denuncia los estereotipos de raza y género, critica la política belicista estadounidense y atrae la atención de los medios con sus provocadores happenings, especialmente los protagonizados por cuerpos desnudos cubiertos con lunares, que son actos de “auto-obliteración”. Este es un concepto fundamental en la filosofía de Kusama, que representa la liberación del yo como forma de sanación grupal y que conecta profundamente a las personas, especialmente quienes viven en los márgenes de la sociedad. Kusama recurre al poder de los medios para difundir su filosofía e intensificar su visibilidad y notoriedad.