207. El animal como iconografía
La reciente serie de Martha Jungwirth titulada Australidelfos está dedicada a los mamíferos marsupiales australianos, algunos de ellos considerados “fósiles vivientes” al no haber cambiado apenas sus características desde tiempos prehistóricos. Más que un homenaje a estos seres intemporales, Australidelfos supone una conmovedora crítica de los incendios forestales que devastaron Australia entre 2019 y 2020 y generaron una enorme pérdida de vida salvaje. Jungwirth emplea en estas obras una paleta de rosas, rojos, marrones y negros para representar la violencia que sufrieron estas especies.
No obstante, Jungwirth trasciende aquí la representación de animales para abordar un tema más amplio, la crisis climática de la era conocida como Antropoceno. Con este término se pone el énfasis en el impacto del ser humano sobre el medio ambiente en la Tierra, que genera consecuencias como el rápido declive de la biodiversidad. El arte de Jungwirth subraya la interconexión entre seres humanos y animales, rompiendo con la tradicional distinción entre ambas identidades. Este conjunto de obras impulsa una reflexión en torno a la división entre seres humanos/animales, sugiriendo una vulnerabilidad y un destino compartidos a la luz de la actual inestabilidad medioambiental y social.
En otras piezas de esta sala, Jungwirth profundiza en la representación de animales históricos a través de un escueto lenguaje pictórico que recuerda a los dibujos del arte rupestre prehistórico. En marcado contraste con las representaciones canónicas de Marengo, el caballo de Napoleón, la imagen de Jungwirth lo transforma en símbolo de fragilidad, en lugar de grandeza. Por su parte, la amplia pintura titulada El gran ejército (2021) está inspirada en una fotografía de tres soportes funerarios zoomorfos encontrados en la antecámara de la tumba del faraón egipcio Tutankamón. Esta obra supone una transición hacia un estilo más figurativo, caracterizado por composiciones en las que Jungwirth hace un uso intencionado del espacio.
En los últimos años, la artista se ha interesado por la materialidad de la pintura al óleo, tal y como se aprecia en los densos pasajes de estas obras de animales, donde una renovada contención compositiva pone de relieve la dinámica existente entre el espacio vacío del papel y la expresividad formal, revelando un refinado tratamiento del espacio y la línea.